Ecos de mi silencio
Es muy difícil romper la unción sobre lo que es ó no es poesía con que nos adoctrinan en la educación formal. Isabel Garrido, desde una contradicción profunda, que a veces duele y otras flota se rompe, emprende el exorcismo para que su palabra de un paso adelante con mayores libertades, con una esencia que fluya más desde su yo apasionado, con intensidades incalculables que también tiene urgencias de fe ante los íconos que le marcan senderos.
La Casa de la Cultura, pone en sus manos un texto que esperamos sea un antes y un después para la escritora. Texto que ha reposado y se ha madurado con el buen vino, si nos embriagamos con él, con uno de sus versos él árbol que talamos para su publicación tendrá nuevas hojas en nuestro éxtasis.
Gabriel Cisneros Abedrabbo
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