Dr. Carlos Ortiz Arellano[1]
Nota introductoria:
El presente estudio fue motivado por unas frases de una conferencia del Dr. Enrique Ayala Mora, en que sostuvo que la Radio El Prado no tenía importancia en la historia de la radiodifusión ecuatoriana, porque no fue más que un hobby del señor Cordovez.
Como fuentes de información destacamos dos: Un “Álbum” de reportes de sintonía de la radio, del año 1934. Y una entrevista a la señora Maruja Navarrete Rosas, viuda de Proaño, que fue pianista de la radio entre 1932 y 1934. La entrevista nos fue concedida gentilmente en 1999. Con nuestra gratitud, le dedicamos este trabajo a la trayectoria artística de esta dama riobambeña.
1.- LA ÉPOCA
El nacimiento de la radiodifusión en Riobamba se ubica en la etapa que hemos calificado como “la edad de oro” de la ciudad, en la primera mitad del siglo XX. Hemos dedicado varios estudios al análisis de este período histórico de la capital de Chimborazo.
Fue la época de mayor esplendor que ha tenido Riobamba desde su reasentamiento en 1799. En los años comprendidos entre 1900 y 1930, los que conformaban el núcleo urbano, desarrollaron una serie de actividades de gran calidad en todos los planos: urbanístico, literario, musical, deportivo, bancario, industrial.
Entre las obras de mayor trascendencia en materia de cultura y comunicación se debe colocar la creación de la Estación Radiodifusora “El Prado”, cuyo protagonista fue el Ing. Carlos Cordovez Borja. Según el investigador Mario Godoy, la fecha de la primera emisión de prueba fue el 27 de febrero de 1925, y la de la primera emisión normal fue el 13 de junio de 1929.
Habrá alguna discrepancia sobre estas fechas propuestas, pero, mientras no se demuestre lo contrario, Riobamba será la cuna de la radiodifusión en el Ecuador, y Carlos Cordovez el pionero de esta actividad.
2.- PROTAGONISTA, PROMOTOR, PROPIETARIO
(Nota previa: Una parte de los datos de esta sección de la historia provienen de un artículo de Mario Godoy Aguirre, en «El Comercio», 21 de abril de 1976: «Riobamba, cuna de la radiodifusión».)
Hemos mencionado ya el nombre del creador de la radio: Carlos Cordovez Borja.
La familia Cordovez, originaria de Colombia, se estableció en el Ecuador en la segunda mitad del siglo 19. Sus integrantes tuvieron destacada actuación en la vida social y política en diversos sitios de nuestro país.
Jorge Ricaurte Calisto se casó con Mariana Muñoz Cobo; tuvieron una hija de nombre Zoila Ricaurte Muñoz, que se casó en Quito en 1851-5-1, con Miguel Cordovez Moure, de Popayán, nacido en 1819; tuvieron 3 hijos: Augusto, Zoila y Jorge Cordovez Ricaurte,
Jorge Cordovez Ricaurte, nacido en Quito en 1856; fallecido el 19 de abril de 1940, se casó con la señora Leticia Borja León, nacida en Riobamba, hija de Ramón Borja Lizarzaburu y de Adela León Donoso; era hermana de Ricardo Borja León, uno de los grandes terratenientes de Riobamba en las primeras décadas del siglo XX.
Este matrimonio tuvo cinco hijos: Luis, María, Carlos, Jorge, y Clemencia Cordovez Borja. Luis fue, además de propietario de la Fábrica “El Prado”, un prestante ciudadano que actuó en el Concejo de Riobamba, en el Congreso Nacional, en la Empresa de Ferrocarriles. Jorge era en 1928, Adjunto Civil de la Legación del Ecuador en Francia.
Carlos Cordovez Borja nació en Riobamba el 18 de octubre de 1888 y fue bautizado el 26 con los nombres de Carlos Enrique José María; sus padrinos fueron: Ramón Borja y Obdulia Borja.
Fue enviado desde los 7 años a estudiar en un Colegio de Austria. La educación superior la recibió en la Universidad de Yale, EE. UU., en la que se graduó de Ingeniero Electricista. Se especializó en asuntos radiotelegráficos. Allí recibió patentes de invención. Hablaba corrientemente el inglés y el alemán.
Volvió al Ecuador como Gerente de la General Electric de Guayaquil.
En 1914 fue contratado para instalar las máquinas que dieron luz eléctrica a la ciudad de Cuenca.
El concejo de Riobamba, en mayo de 1915, lo nombró miembro de la comisión técnica para examinar el proyecto de posible compra de la planta eléctrica. Se le hizo una consulta en mayo de 1919, para que informara sobre el peligro de conducir fuerza eléctrica sobre alambre sin aislar. Prestó colaboración en otros asuntos de carácter técnico. En 1925 le encargó el Concejo la medición del pavimento del parque «Sucre».
Fue también empresario industrial. La Fábrica de tejidos «El Prado» inició su producción en 1917; fue entonces uno de sus directores.Desde diciembre de 1918, con su hermano Luis, y el señor Manuel Navarro, quedaron al frente de la Empresa. Don Carlos vendió la fábrica en 1942.
A más de ser “El Prado” un centro industrial de primera calidad, la fábrica fue un espacio abierto al fomento del arte (Radio, orquestas, bandas de música, intérpretes, ejecutantes), del deporte (tiro al blanco, equipos de fútbol “Centro Deportivo El Prado» y “Gladiadores de El Prado”, equipos de básket, natación, etc.) y de otros servicios (planta de luz). Varios futbolistas de los registros de “El Prado” formaron la selección olímpica de Chimborazo en 1926. (En el Interdiario «El País», de 19 de octubre de 1972, se publicaron fotos de la Banda de Músicos de «El Prado», que actuó en las Primeras Olimpíadas; y del Equipo de Fútbol «El Prado», en 1927).
El Ingeniero Cordovez, con su hermano Luis, instalaron la planta eléctrica «La Leticia», junto al río Chambo, cerca de Riobamba. La planta servía para proporcionar energía a la fábrica, y, en ocasiones, a la ciudad.
Pero, la principal faceta en la vida del Ing. Cordovez fue la de haber sido el creador de la Estación de Radio “El Prado”, en Riobamba, la emisora más potente de América del Sur en la década del 30. Esta era la suprema ilusión para él. Para la cristalización de este proyecto utilizó los conocimientos adquiridos en su formación, los aparatos que había comprado en el extranjero, los recursos económicos de que disponía, y el tiempo necesario.
Los datos que aportó Mario Godoy en sus artículos sobre el tema, nos dan a conocer que desde fines de 1924, el Ing. Cordovez ya tenía algunos aparatos de telegrafía y radio y que en ese año estableció en Riobamba un Club de radioaficionados. Se dedicó a la construcción de un transmisor de 50 vatios de potencia, de onda corta, y la primera emisión de prueba de la estación radiodifusora, según el mismo investigador, se efectuó el 27 de febrero de 1925, entre el Colegio «San Felipe» y el local de la fábrica «El Prado». El jesuita P. Carlos Almeida fue el profesor que colaboró con esta iniciativa del Ing. Cordovez. Hemos dicho que la primera audición formal se lanzó en junio de 1929.
El Ingeniero Cordovez no solamente era el propietario de la estación radiodifusora, sino el que se encargaba de todos los asuntos técnicos.
Se dice en un documento de enero de 2004, que Don Carlos “inventó una válvula para equipo receptor de radio, antena de tubos en estrella, micrófono de cinta; algunos de sus inventos fueron comprados por RCA de USA y fueron el origen de la radiodifusión en FM.
La radio se mantuvo hasta 1939, en que el Ing. Cordovez viajó a Estados Unidos. Regresó en 1942, vendió la fábrica, y se estableció en Conocoto, hasta 1965, en que se trasladó nuevamente a Estados Unidos, en donde murió el 21 de septiembre de 1972.
Carlos Cordovez se casó con Judith León Nolivos, en Quito, el 20 de febrero de 1922. «La señorita Judy», como aparece en los reportes, era quiteña; trabajó con él en la radio; era la locutora anunciadora de los programas y de la característica de la emisora; los reportes mencionan con frecuencia la calidad y la claridad de la vocalización de la presentadora, o «señorita speaker», de bella y simpática voz. Era una mujer muy inteligente; había aprendido inglés con su esposo, con el que colaboró eficientemente. En una entrevista a Rubén Uquillas se le preguntó «¿quién era esa locutora de voz tan dulce y acento cantarino que hablaba en la Estación «El Prado»?.- Y Uquillas respondió: «Judith León, ese espíritu exquisito que posteriormente se casara con Carlos Cordovez». En los escritos de Mario Godoy, el nombre de esta señora es Judith Nolivos.
Tuvieron una sola hija: Magdalena, que fue esposa de José Cordovez Zegers, hijo de José María Cordovez Dávalos y de Dora (Isidora) Zegers.
3.- ESTRUCTURA Y CARACTERÍSTICAS DE LA ESTACIÓN RADIODIFURA.
3.1.- LA FECHA DE INICIACIÓN.
Con respecto a la fecha en que inició sus transmisiones regulares la radiodifusora, no existe unanimidad. Para Mario Godoy, fue el 13 de junio de 1929. En el libro de Federico Trabucco, la fecha es noviembre 21.
En un artículo de «El Comercio», de fecha no precisada (¿1979?), con el título de «La radiodifusión nacional”, se señala solamente el año 1929:
«… Tenemos la obligación de rendir homenaje a todos los pioneros de la radiotelefonía nacional y en particular al Ingeniero Carlos Cordovez, quien en 1929 fundó la Emisora «El Prado» de Riobamba en una revolucionaria iniciativa que no tardó en ser imitada…».
En una nota desde Quito, para «La Razón», de 12 de julio de 1930 se menciona, por primera vez, el «radio que poseen en Riobamba» y en el que «se podrá escuchar el debate entre los universitarios de Yale y de la Universidad Central…».
En una de sus cartas, en 1934, Don Carlos Cordovez dice únicamente que
«Nuestra Estación es la decana del Ecuador y su existencia data de los días en que no era muy conocida la existencia de emisoras en Sudamérica«.
Maruja Navarrete nos habló de que se celebraban los aniversarios de la Radio, con programas artísticos especiales, pero no nos proporcionó la fecha de esas celebraciones.
Las emisiones se hicieron una vez por semana, los jueves, a partir de las 9 de la noche.
3.2.- EL LOCAL
De acuerdo con el testimonio de la señora Maruja Navarrete, el local de la estación radiodifusora estuvo en las edificaciones de la fábrica : “En la parte del fondo de la fábrica había una instalación maravillosa; la sala del estudio tenía las paredes forradas de franela; un señor Almeida vino a observar las instalaciones, para imitarlas en la HCJB; tenía 4 compartimentos para: el piano, los aparatos, los artistas y el director Carlos Cordovez”.
La placa de homenaje de AER de Chimborazo, en 1975, al Ing. Carlos Cordovez por haber sido el pionero de la radio fue colocada en la gran puerta de entrada que tenía la fábrica.
Todas estas instalaciones desaparecieron cuando se desmanteló la fábrica.
3.3.- LA ADMINISTRACIÓN
Don Carlos intervenía en las audiciones de la radio, contestando las cartas que se enviaban con reportes de sintonía de los más diversos lugares del mundo, y manteniendo los intercambios con las otras emisoras de Quito, Guayaquil, Costa Rica, Barranquilla, Medellín, Buenos Aires, etc.
El secretario de Don Carlos, hasta agosto de 1934, fue don Higinio Navarrete Gallegos, esposo de la Dra. Leticia Rosas y padre de la artista Maruja Navarrete Rosas. Era él quien contestaba las cartas, que Don Carlos firmaba. Doña Maruja recordaba que Don Carlos era una persona muy educada; hablaba muy bien el alemán y el inglés; pero era muy serio, que no siempre infundía confianza; era de un carácter muy diferente al de su hermano Don Luis. Era un técnico maravilloso, que controlaba todo el trabajo durante las emisiones.
Había un Director Artístico, Carlos Rodríguez. Recitaba poemas en los programas.
Locutora presentadora: Judith León Nolivos, la esposa del propietario.
3.4.- LAS MOTIVACIONES
No fue una estación comercial, ni experimental.
La motivación principal fue utilizar la tecnología de la radiodifusión para servir a la patria y difundir a todos los continentes la riqueza artística del Ecuador. Quería, además, contribuir al establecimiento de buenas relaciones con los países hermanos.
Su mentor lo dice en una de sus cartas-respuesta:
«Como habrá notado, nuestra estación no es comercial. Surgió a la vida por un vivo anhelo de servir a la Patria, de cooperar al acercamiento y comprensión internacionales, con el desarrollo de programas de americanismo práctico y la vulgarización de nuestra capacidad artística, bajo las formas del verso y de la gama. Nosotros tenemos por norma hacer de nuestras audiciones una escuela de arte, de modo que el radioyente no tenga que sufrir las fastidiosas perturbaciones del anuncio mercantil cuando más empeñado está en admirar lo bello…».
En otra carta, se expresa en forma parecida:
«Nuestra estación no es comercial ni experimental, sino de propaganda internacional y muy particular nuestra. No debe nada al apoyo oficial o público. Es fundada con nuestro peculio y con el único fin de llevar a todos los países el eco de las palpitaciones culturales del Ecuador y buscar el acercamiento por las vinculaciones del Arte».
Y en otro momento:
«Nosotros estamos en el aire para hacer una labor práctica de americanismo; para cooperar a la unión, comprensión y acercamiento de los pueblos hispanoamericanos».
3.5.- LOS DATOS TÉCNICOS
La Estación, de onda corta, en audiciones ordinarias semanales, operaba, parece que desde octubre de 1930, en la onda de 45.31 metros, y en 6. 618 kilociclos. En julio de 1934 se tenía la intención de transmitir en 2 ondas: corta y larga. Desde Medellín se dijo que era la estación mejor modulada de Sur América.
Su capacidad de recepción en regiones tan alejadas del Ecuador con enorme diferencia sobre otras emisoras de la época (incluyendo las de Guayaquil y Quito) se explica en una carta por «la mayor potencia de nuestra estación; pues, las dos juntas – Quito y Guayaquil – no llegan a la mitad de la nuestra».
Estas audiciones eran emitidas los días jueves, de 9.00 a 11.00 p.m., hora de Nueva York.
En un folleto editado en Chicago, en julio 12 de 1934, se informaba que:
«La Estación de Radio El Prado, que opera bajo el nombre PRADO, probablemente ha sido escuchada en los Estados Unidos todos los jueves por la noche desde Octubre de 1930″. – En el magazine «Short Wave Radio Receptions News» («Noticias sobre recepciones de Radio en onda corta»), editado en Chicago en 1934-7-12, se informa lo siguiente (la traducción es nuestra):
«El Prado amplía su servicio.
Sin duda la Estación de Sud América más regularmente escuchada en los Estados Unidos en un período de alrededor de 4 años, y la que a través de su alto estándar de entretenimiento y calidad de transmisión ha conquistado una bien ganada popularidad en muchas regiones del mundo, está situada en Riobamba, Ecuador.
La Estación de Radio El Prado, que opera bajo el nombre PRADO, probablemente ha sido escuchada en los Estados Unidos todos los jueves por la noche desde octubre de 1930.
Su aparición en los 19.44 metros (15, 430 Kc.) los domingos de 3.30 a 5.40 p.m. ya está siendo entusiastamente acogida, como puede juzgarse por los reportes de sintonía que se conocen en relación con los programas del domingo. También hay reportes de buena sintonía sobre los programas establecidos para los jueves de 9.00 a 11.30 p.m. o más tarde, que continúan emitiéndose en los 45.31 metros (6, 680 Kc.).
Ahora, El PRADO estará sin duda sirviendo a más radioescuchas que nunca, en su nueva longitud de onda y horario. La apreciación de este servicio puede ser expresada en reportes de sintonía dirigidos a la Casilla Postal No. 98, Riobamba, Sud América».
Los días miércoles, de 10 a 11 p.m., se radiodifundían los programas que se emitirían al día siguiente, para que pudieran ser captados en otros países y publicados en las secciones especializadas para radio en algunos periódicos. No se podía informar antes sobre la audición, porque solamente hasta esa hora se podía saber sobre la participación de los artistas.
En 1934 – parece que a partir del 24 de mayo, pues se habla de una audición inaugural de esa fecha – la Radio comenzó a emitir audiciones ocasionales los días domingos, en la longitud de onda de 20 metros aproximadamente, de 3 a 5 de la tarde, en banda de aficionados. Estas audiciones, especialmente dirigidas a Europa, fueron también muy bien escuchadas y recibidas en distintos países de América y Europa. Esta, que podría llamarse estación paralela, era identificada como HC1FG.
Parte de la presentación se hacía en idioma inglés.
La radio se conectaba a través de sus ondas con otras estaciones del país y del exterior: son mencionadas HCJB, de Quito (Mr. Jones); HC2RL, de Guayaquil; «La Voz del Trópico» de Costa Rica, de don Eduardo Pinto con su esposa Libia, en 44.7 metros y 6.650 kc.; la radio de Medellín, HJ4ABE; la radio 8AR en 14.000 kc. (Hernán…); una radio de Barranquilla…
Tenían fotos de la emisora, que en 1934 se dice que estaban agotadas.
Se publicó un folleto: «Guía de Radio en Ecuador».
3.-6.- SU ALCANCE
En 1934, la radio, gracias a su potencia de onda, era sintonizada en todos los continentes. Los reportes guardados provienen de Australia y Nueva Zelanda: de Escocia, Inglaterra, Noruega, Francia y Bélgica, en Europa; de Canadá, Estados Unidos (más de 50 lugares de todos los Estados, incluyendo Hawai) y México, en América del Norte; de Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Cuba, Curaçao, en América Central y el Caribe; de Colombia, Venezuela, Perú, Chile y Argentina, en América del Sur; y de unas pocas ciudades del Ecuador.
Es muy conocido el dato, publicado en “El Comercio” de 25 de junio de 1935, sobre el aporte de Radio El Prado en la retransmisión hacia Buenos Aires, de la noticia de la muerte de Carlos Gardel: “Radio «El Prado»,… una de las más potentes del continente, fue llamada en repetidas ocasiones por las estaciones colombianas para pedirle el servicio de retransmitir los detalles de la tragedia de Medellín con la muerte de Carlos Gardel, y puedan ser captados en Buenos Aires. A las 7 de la noche se pusieron en contacto «La voz de Antioquia» y «El Prado»; y luego, «El Prado» con la «8DR» de Buenos Aires, a quien se le transmitió la relación detallada que había publicado en su edición vespertina el diario «La Defensa», de Medellín…».
3.7.- LAS GRABACIONES
Se dice que en 1932 se hicieron en la radio las primeras grabaciones en discos, con música nacional.
En “Enciclopedia de la música”, I, 563-564, se publica la lista de las grabaciones que se hicieron en la radio para el sello RCA Víctor, con los nombres de los autores y de los intérpretes. Hay varias interpretaciones de Carlota Jaramillo. Uno de los conjuntos musicales que actuaron en estas grabaciones fue “Alma Nativa”, que después se llamó “Los nativos andinos” (Marco Tulio Hidrovo, Bolívar “pollo” Ortiz, Carlos Carrillo y Gonzalo de Veintimilla), dúo Ecuador, los Pibes Trujillo, dúo Ibáñez Safadi, Dúo Villavicencio Páez, las Hermanas Fierro, dúo Hermanos Zabala Tanca con el trío “Los bohemios”; Sara Beatriz León; dúo Gortaire León.
3.8.- LOS PROGRAMAS
La programación incluía música nacional e internacional, ejecutada por bandas militares, o por artistas del piano, el clarinete, la guitarra, el bandolín, el arpa, violín, dulzainas, marimba; o interpretada por solistas, dúos o conjuntos. También comprendía recitación de poemas de diversos autores, de acuerdo con las características del programa. En el del 26 de junio, por ejemplo, son mencionadas a las señoritas Delia Larrea (garganta de cristal), Enriqueta (¿?) Fierro y Anita Camacho, quienes recitaron poemas de escritores de Popayán.
Se emitió un programa especial (junio 24), destinado a la colonia de ecuatorianos residentes en Francia (Doña Leticia Borja de Cordovez se hallaba entonces en París, en donde su hijo Jorge era Adjunto Civil de la Legación del Ecuador).
Se ha conservado una hoja del ejemplar de un semanario de Popayán, «La Reforma», de 1934-7-8, en el que se publica una extensa crónica sobre una audición emitida el 28 de junio de la Radio «El Prado», en homenaje a la ciudad de Popayán. (Hay reportes de que la emisora se escuchaba por muchas personas en la ciudad de Popayán). La audición especial de esa fecha se explica porque un payanés, José María Villaquirán, era cónsul de Colombia en Riobamba. La crónica hace alusión a un discurso anterior de Velasco Ibarra. Luego analiza el programa transmitido por la radio y termina: «La ciudad de Popayán, de temperamento artístico, de sentimientos generosos, sabrá agradecer siempre a tan gentiles damas y caballeros de Riobamba esta manifestación de simpatía y cariño a Popayán».
Se publicaban los programas de El Prado, los jueves, en Diario «La Esfera», de Caracas.
Se emitió un programa en homenaje al Cnel. Astudillo, el cual agradeció.
Otro programa especial se realizó en julio 19, en homenaje a Costa Rica.
Hay constancia de programas especiales dedicados a Latacunga, Alausí y otros lugares.
4.- LOS ARTISTAS
4.1.- LA LÍNEA DE LA RADIODIFUSORA.
La preocupación fundamental del señor Cordovez fue la difusión del arte en general y de la música en particular, desde nuestro país hacia todo el mundo.
En una de sus cartas (a Doña Hermelinda de Vera, en Arequipa), afirmaba:
«Verdad que la música es el lenguaje universal del sentimiento, pero hay músicas que no todos pueden comprender en toda su expresión. Esta es la música de nosotros, es decir, de los países hispanoamericanos, cuyo fondo es el mismo en cada uno de ellos, como que son iguales e idénticas las circunstancias que precedieron a su formación. Por esto es que en el Perú, como en Colombia, Venezuela, etc., gusta la música ecuatoriana, como en el Ecuador agrada y es comprendida la música de dichos países…».
Y en otra carta:
«Nosotros tenemos por norma hacer de nuestras audiciones una escuela de arte, de modo que el radioyente no tenga que sufrir las fastidiosas perturbaciones del anuncio mercantil cuando más empeñado está en admirar lo bello…».
4.2.- UNA AMPLIA LISTA .
La información que ofrecemos a continuación proviene, en primer lugar, del álbum de reportes de sintonía (1934) al que hemos hecho referencia. La hemos completado con datos tomados de nuestra propia investigación y la de otros autores.
Víctor Manuel VACA Alvarado.
Los libros que se han escrito sobre música incluyen el nombre de este artista, pero no lo vinculan con la radio El Prado.
Era de Loja, con estudios musicales en esa ciudad. Pianista. Fue, durante el año 1934, el alma de la radio. Se lo considera como un maestro consumado, de un gusto exquisito.
Era director de la Banda Militar del Batallón de Ingenieros «Montúfar», en Riobamba.- (Debió haber dirigido también la Banda del Batallón «Córdova», que actuaba para la radio).
Ejecutaba piezas clásicas (Verdi, por ejemplo) y nacionales. Acompañaba a los artistas que realizaban las audiciones de la radio cada semana.
Formaba también dúo con el clarinetista, profesor Sánchez (el «negro»).
De él se expresaba Víctor Medina, guitarrista ecuatoriano residente en Cali, en 1934:
«… el gran maestro Vaca… He querido llamar la atención acerca del enorme artista señor Vaca; para mí no tiene contendor en el piano; es todo un genio, es él toda una alma, es un artista enorme; por algo debe ser Víctor; estoy orgulloso de tener siquiera su nombre…».
Fue autor del pasillo Por qué sufres, del pasodoble Lealtad y valor, y de otras muchas piezas para piano, que se ejecutaron en la radio.
Según Maruja Navarrete, Víctor Vaca era moreno, no muy alto, medio ñato; un gran pianista; acompañaba a las hermanas Fierro.
Las hermanas Leticia y Marina MARÍN.-
Eran de Guaranda.Marina (se escribe a veces Malvina) cantaba (2a. voz) con Lucila Gortaire. En algún reporte se habla de Dola Walidina Marín, que canta el pasillo Alejándose, de Ángel Leonidas Araujo. Parece que también cantaba con el maestro Lucho Galárraga. Las hermanas Marín grabaron con la orquesta de la radio el pasillo “Ojos que matan”, de Alejandro Proaño.
El profesor José Yumi recordaba que en 1932 actuaba en Radio El Prado Adelaida Marín; y que ella se casó con un señor Poveda.También se refería a las hermanas Eugenia y N. (¿) Albán, en relación con la misma emisora; una de ellas se casó con un señor Gallegos; la otra, con un supervisor escolar.
Lucila y Marujita GORTAIRE.-
Cantaban pasillos, con acompañamiento del maestro Vaca. Lucila (1a. voz) hacía dúo también con Marina Marín.
Según Maruja Navarrete: Lucila Gortaire, quiteña; cantaba de forma muy bella; estaba casada con Julio Insuasti, al que decían «pastuso», porque era de Tulcán – sin hijos -; hacía muchas veces dúo con Rubén Uquillas; en ocasiones interpretaban una especie de comedias cantadas, como de marido a mujer, como que se enojaban y entraban en buenas.
Marujita NAVARRETE ROSAS.-
A veces consta erróneamente como Margarita.
Riobambeña. Hija de Don Higinio Navarrete Gallegos, secretario de “El Prado”, y de la Dra. Leticia Rosas.
Pianista. Siendo muy joven, actuó en la radio todos los jueves entre 1932 y 1934; la presentaban como «la pequeña Maruja». Interpretó en uno de los programas el pasillo Ojos que matan. Se dice que cantó el tango Volvé, pero este dato no es cierto, porque ella nos ha dicho que no cantaba. En agosto de 1934 su padre renunció a su cargo en «El Prado» y se fue a trabajar en Quito. Más tarde, Maruja Navarrete y su esposo Fabián Proaño fueron artistas de la emisora “Ondas Ecuatorianas”, del señor Oscar Puyol; eran presentados como «Ella, él y sus guitarras». Los acompañaban 2 guitarristas. También actuó en la radio HCJB, cuando era director el manabita Raúl Cedeño. Sabemos que conserva su piano en Quito, y que tiene el proyecto de hacer grabaciones acompañando a las voces de sus dos hijos.
El presente trabajo es un tributo de gratitud a esta artista, la única sobreviviente de los bellos tiempos de la radio “El Prado”.
Hermanas Mercedes y Clorinda FIERRO ROMO.
Riobambeñas.
Actuaron en coros de la época.; entre ellos, el de la Basílica.
En las audiciones de Radio El Prado cantaban tangos y canciones nacionales, con el acompañamiento del maestro Víctor Vaca.
Según Maruja Navarrete: Clorinda, que tenía una preciosa voz, hacía la primera; Mercedes, la segunda.
El compositor lojano Manuel de Jesús Lozano (1908-1994), contó que las hermanas Fierro cantaron por primera vez en la radio «El Prado», el pasillo de Lozano Ya no te quiero, pero no te olvido.
«Son de admirar las voces de las Srtas. Marín y Fierro, quienes ejecutan con una maestría que nada deja que desear», se decía en 1934 en un reporte desde Medellín.
Clorinda estuvo enferma en 1934. Se habla de su ronquera. Las hermanas recibían cartas de sus oyentes de Guayaquil. El gran compositor Francisco Paredes Herrera le envió una partitura de un pasillo: Quién pudiera llorar, para que se cantara en una de las a udiciones con su hermana, y lo dedicara a Margarita Ochoa en Medellín, por voluntad de Jorge Ismael Gandú, autor de la letra. (Este poeta era lojano, nacido en 1904 en Celica; su nombre real era José Miguel Granda Granda; vivía en Guayaquil en 1930 (revista «Páginas Selectas»); murió en Medellín. Otro poema suyo De corazón a corazón, fue musicalizado en ritmo de pasillo, por Nicasio Safadi: «Mi corazón te ruega, mi corazón te implora…». Jorge Ismael Gandú publicó en Guayaquil, 1937, un poemario: “Hontanar”).
En la lista de grabaciones que se hicieron en Radio “El Prado” para el sello RCA Víctor, constan algunas interpretadas por las hermanas Fierro, como: Caray, Caramba, Cariucho, chilena de Marco Tulio Hidrovo, Adentro los novios, ranchera de de Guillermo Garzón, Manitas blancas, pasillo de Luis Cisneros, Decí que sí, zamba ecuatoriana de Carlos Arízaga T., Ojos tentadores, pasillo de Carlos Brito, Solo por ti, vals de Alberto Enríquez, Ashcu de primo, sanjuanito de Alfredo Carpio.
Clorinda murió soltera, hacia 1967. Mercedes se casó con el Dr. César Elicio Díaz, abogado, en diciembre de 1928.
Enriqueta (Queti) y Blanca CABEZAS.-
Formaban dúo. Interpretaban tangos, como el llamado Las Margaritas.
María Elena y Georgina VILLAQUIRÁN.-
Pianistas.- Eran hijas de José María Villaquirán, residente en Riobamba, que vino de Popayán en 1898; era en 1934 Cónsul de Colombia en Riobamba. Según Maruja Navarrete, María Elena tocaba el piano; Georgina cantaba. Tocaron a cuatro manos, en la audiencia de 26 de junio, el vals «Nizza», del payanés Francisco Torres.
Francisco PÁSTOR.-
Nacido en Guano en 1871; fallecido en 1947. Era ciego. Fue un gran maestro de la guitarra, que había aprendido a tocar al oído. Se convirtió en uno de los animadores de los programas de la radio en los años 30. Se lo consideraba como uno de los ejes de las audiciones; en los reportes de sintonía del año 1934 se hacen frecuentes referencias a la magistral ejecución de su famosa guitarra.
Tocaba marchas con un templado distinto del instrumento. Fue un gran solista, prácticamente inimitable. Tocaba también el guitarrón.
Segundo Luis Moreno, en su estudio sobre la música publicado en «El Ecuador en cien años de Independencia», dice de él:
«… toca la guitarra con primor. En pulsación, limpieza y elegancia está a la altura de cualquier concertista español. La pieza más sencilla ejecutada por Pástor recibe un torrente de vida y es toda emoción y sentimiento. Francisco Pástor – indudablemente – es lo mejorcito que, en materia de música, ha producido la provincia del Chimborazo desde tiempo inmemorial».
Víctor Medina T., guitarrista ecuatoriano residente en Cali en 1934, se expresaba de este modo:
«El maestro Pástor es un verdadero apóstol de la guitarra. En «Ayes del corazón», lo hace tal como lo explica su nombre…». (Hay un pasillo, Los ayes del corazón, de Sergio Bedoya).
Para Maruja Navarrete, lo que llamaba la atención del ciego Pástor era que tocaba la melodía en la guitarra, lo que era muy raro en esa época.
Entre las grabaciones que se hicieron en Radio “El Prado”, se menciona la composición El cieguito Pástor, zamba, en solo de guitarra por su autor.
Gerardo ARÉVALO.-
Riobambeño. Era ciego.
Fue uno de los artistas que actuaron en los primeros tiempos de la celebrada Radio «El Prado». Efectivamente, en los reportes de sintonía de la radio, año 1934, se hace mención del Sr. Arévalo, que ejecuta varios instrumentos: guitarra, arpa, flauta, dulzainas.
Tocaba el arpa en la iglesia de La Concepción.
Integró el conjunto riobambeño «Voces del Chimborazo», con Hugo Haro (violín), N. Cárdenas (guitarra) y Polibio Guambo Rivera (guitarra), con las voces de Julio César Murillo y Mario Uquillas. Grabaron para el sello ORIÓN; una de sus grabaciones fue la de «El Runaucho» o “Fiesta indiana».
Castillo Jácome en su Monografía de Chimborazo (1942) lo menciona junto con Francisco Pástor, como «músicos de extraordinarios sentimientos artísticos».
El Profesor SÁNCHEZ.-
Clarinetista. Hace dúo con el pianista Víctor Vaca. Según Maruja Navarrete, el «negro» Sánchez; era obrero de El Prado; tiene idea de que salió después a integrar una orquesta.
El maestro GALÁRRAGA.-
No se consigna su nombre en los reportes de 1934; pero, según Maruja Navarrete, se llamaba Lucho; era quiteño; cantaba muy lindo; no era pianista, sino guitarrista; era una persona muy simpática, que animaba las fiestas a las que era invitado.
Según los reportes, era pianista. Cantaba también tangos, pasillos y otros ritmos. Hacía dúo con Dola Walidina Marín. Formaba trío instrumental con Gerardo Arévalo y Francisco Pástor (bandolín y guitarra).
Rubén UQUILLAS FERNÁNDEZ.-
Este artista tiene una posición muy destacada entre los compositores ecuatorianos.
En los reportes de 1934 se menciona una sola vez al Sr. Uquillas (suponemos que se trata de Rubén). Fue uno de los compositores más importantes de la radio. Era también guitarrista y cantante.
Maruja Navarrete menciona también a Plutarco Uquillas, hermano de Rubén; tocaba imitando la guitarra hawayana, que era una novedad; de Rubén dice que era vecino de su casa, y que su esposa se llamaba Beatriz Ordóñez; no tuvieron hijos en ese matrimonio. La misma artista recuerda también que Rubén Uquillas hacía dúo con la cantante Lucila Gortaire; interpretaban una suerte de comedia musical cantada en que intercambiaban frases melódicas entre la pareja, como de marido a mujer, como que se enojaban y entraban en buenas.
Jorge Araujo Chiriboga, con su hermano Ángel Leonidas y con los hermanos Rubén y Plutarco Uquillas participaron en las audiciones de la Estación «El Prado» de Riobamba en los años 30.
Los hermanos Albán (el «loco» Augusto y Manuel), con Rubén Uquillas, formaban en 1930, un trío que actuaba en las audiciones musicales y literarias de Radio «El Prado». En julio 17 de ese año, una estación de radio de Bogotá se ha dirigido a radio «El Prado» para solicitarle que se repita la audición del martes 15 de julio. En dicha audición actuó el trío de los Hermanos Albán con Rubén Uquillas. La audición será escuchada en todas las estaciones de radio de la ciudad y en el exterior.
Se dice que Rubén Uquillas formó dúo con Miguel Ángel Casares, en Radio El Prado, después de la muerte de Humberto Dorado Pólit.
En 1935, con Augusto Albán (habían formado inicialmente el dúo «Los riobambeños»), hicieron una gira por Colombia, como concertistas de Radio «El Prado». Se presentaron en varias estaciones radiales de ese país. Llegaron a Panamá, de donde regresó Albán. Uquillas regresó a Cali, en donde conoció los versos de Chula París de Aguirre (del Cuerpo Diplomático de Colombia), para el pasillo «Tatuaje». El dato dice que regresaron el 19 de septiembre de 1935.
Hay artistas que son mencionados en los reportes de manera incompleta, y sobre los cuales no hemos logrado otra información:
Sr. SOTO.- Guitarra.
Sr. SILVA.- Guitarrista.
Sr. GUERRERO.- Guitarrista. Canta tangos.
Sr. TERÁN.- Mandolina.
Sr. CARRILLO.- Mandolina.- Canta tangos en dúo con el Sr. Fonseca.
Sr. FONSECA.- Hace dúo con el señor Carrillo, para cantar tangos.
Hay un artista, al que llaman Zorrillo (¿Carrillo?), que tocaba la mandolina.
Maruja Navarrete recuerda que alguna vez vino a la radio un artista que tocaba el serrucho, pero no recuerda su nombre. Dice también que para alguno de los aniversarios de la radio estuvo Carlota Jaramillo, con su esposo, el «gato» Jorge Araujo; y en otro año, estuvo con su hermana Inés. Carlota estrenaba las canciones que componía su cuñado Ángel Leonidas Araujo.
Se habla de un trío de cuerdas y de un cuarteto.
En algún reporte se menciona también la marimba.
Según Mario Godoy, actuaron también en la radio los siguientes artistas: Luis Cisneros Noriega, la «Lira chambeña», Ignacio Rivadeneira, Los Pibes Trujillo, Guillermo Garzón. También afirma que en Riobamba se grabaron los primeros discos.
Julio “Mesié” Borja Gallegos, que fue trompetista de la banda de músicos de “El Prado”, actuó también en los programas de la radio,
Los hermanos Ramón y Gerardo Arias y Arias pertenecen en 1931 a la estación «El Prado»; tocan música criolla y autóctona en rondadores y pífanos. Se proponen hacer gira artística por el país y en el exterior. Para ello se organiza una función en el teatro «León» para el 2 de octubre.
Sobre la «Lira chambeña«, orquesta típica que actuaba en Guayaquil hacia 1930, integrada por los hermanos Juan E., Miguel A. y Luis María Gavilanes Díaz y por Martiniano Freire, se dice en una nota de «El Imparcial» (lástima que no conste la fecha en la copia que hemos revisado), que los integrantes de la orquesta que tocaban para «La Voz del Litoral», con excepción de Don Luis María Gavilanes D., se regresaban a su tierra, en donde «tienen la idea de actuar en la ya conocida internacionalmente Estación El Prado de Riobamba, donde su labor artística adquirirá relieves mayores». Por esos años (28 o 29), según Miguel Gavilanes Díaz, los artistas de la “Lira Chambeña” tocaban en Radio «El Prado», del señor Cordovez. Les mandaban a traer todas las semanas por dos veces. Dice el informante que se trataba de una radio muy potente que se oía entonces mundialmente.
El compositor y pianista Carlos Brito Benavides, integró el equipo artístico de la estación radial, hacia 1928. Compuso en Riobamba, cuando colaboraba para esa radio, los mejores pasillos de su creación: “Sombras” (interpretado por primera vez, en 1935, por Carlota Jaramillo), “Ojeras”, “Inesita”, “Imploración de amor”, “Solo pena”, “Una negra tristeza” (Los dos últimos, con letra del poeta guaneño Jorge Isaac Montalvo),…
Gonzalo Badillo Baldeón, en carta a Mario Godoy, 1978, afirma que en la radio actuó también (¿año?) el dúo Guillén-Badillo, formado por Emperatriz Guillén, guarandeña, y Lida Badillo Baldeón, hermana del compositor Gonzalo. Y que ese dúo era una colaboración de la Escuela «21 de Abril», cuya profesora de música era la señorita Sara Beatriz León, pianista.
Se sabe que también actuó para la radio el compositor y cantante Miguel Ángel Casares, autor del pasillo “Lamparilla”; formó dúo con Humberto Dorado Pólit, y, a la muerte de este, con Rubén Uquillas. Casares integró también la Compañía de Comedias y Variedades con los mismos artistas que actuaron para la radio.
Las Bandas Militares.-
La del batallón de Ingenieros «Montúfar» había sido cedida por el Coronel Andrade; actuó en la audición especial dirigida hacia París. Hay un Comandante Humberto M. Albán, que envía un mensaje en la audición de junio 26. Actuó hasta ese mes.
La del batallón «General Córdova». Su jefe era en 1934 el Teniente Coronel Miguel Ángel Fernández V.- El citado Víctor Medina decía de sus integrantes:
«… verdaderos músicos… orgullo para los ecuatorianos residentes fuera del país… deben ser verdaderos genios…».
Y, por supuesto, la Banda de la Fábrica, conformada en 1926, y que estuvo dirigida por el Dr. Rafael Sojos Jaramillo. Los integrantes de la banda constituyeron después una o más orquestas que actuaron también en la emisora.
5.- LAS OPINIONES SOBRE LA RADIO.
Don Carlos Cordovez, en una de sus cartas (a Doña Hermelinda de Vera, en Arequipa) se expresaba de este modo, en 1934:
«Es indudable que este invento llegará a una perfección que ni siquiera nos atrevemos a pronosticar, pues basta ver los rápidos progresos que ha alcanzado desde hace tres lustros en que principiaba a dar sus primeros pasos, para convencerse. Estamos seguros de que ninguna rama del ingenio humano ha evolucionado con tan asombrosa rapidez Nosotros tenemos fe que en el futuro su acción anulará las sutiles redes de la Diplomacia que, cuando no se inspira en un principio de justicia y amor a la humanidad, solo sirve para desviar el criterio de los pueblos…».
En otra carta:
«… mis amigos en el aire, en cuya infinita inmensidad no hay extranjeros, no hay egoísmos ni secretos. Se habla ante los millones de ojos pendientes del arcano y con la fraternidad espiritual de almas que se han comprendido y que cooperan sinceramente al acercamiento de los pueblos…».
Ofrecemos una selección de los citerios emitidos por los oyentes de diversos países en sus reportes de 1934:
– Mario E. Salazar, de México:
«Esta audición fue para mí un verdadero placer escucharla, pues jamás había oído un programa tan bonito y tan bien seleccionado como el que transmitieron, y en el que revelaron un gusto y una cultura verdaderamente excepcionales… Feliciten a todos los artistas… pues en él dieron a conocer sus grandes aptitudes como verdaderos artistas».
Daniel Mejía U., de Medellín:
«La Estación El Prado es superiorísima a todas, no tanto en sonoridad, como en la claridad con que se distinguen los diferentes instrumentos que ejecutan el programa musical y las voces de las cantantes».
(Cuenta Luis María Gavilanes del Castillo que, cuando en los años 70, al hacer una presentación en Medellín, dijo ser de Riobamba, alguien del público se refirió con entusiasmo a la Radio «El Prado», que había sido escuchada en esa ciudad en años anteriores).
Margaret Lynn Hamilton, de Coopersville, Michigan, USA:
¡»PRADO is the best South American Station here… How very much I enjoy your programs! ¡Mil gracias!».
José Gamboa Alvarado, de Costa Rica:
«… en este país se puede decir que todas las personas que tienen radio de onda corta escuchamos su estación todos los jueves sin faltar uno solo; pues aquí sale con un volumen que supera a todas las demás estaciones de la América Latina y hasta las americanas…».
Dr. Camilo Torres Palau, de Medellín:
«… el puesto que ha llegado a tener esa estación, pues no solamente se ha hecho muy popular en el Nuevo Continente, sino que ha logrado, por múltiples motivos, quedar a la cabeza de las demás…».
William Farthing, de Kansas:
«You have an excellent station, and the station has excellent and enjoyable programs…».
Joaquín Zapata, de Bogotá:
«La radiodifusora de Uds. se oye en esta ciudad como si fuera una estación local… Los radioescuchas de Colombia estamos de plácemes al oír tan cerca a nuestros hermanos del Ecuador…».
J. R. Bournigal, de Santiago de los Caballeros:
«Pocas, muy pocas estaciones latinoamericanas me han proporcionado tan perfecta recepción, tanto en cuanto a tono, claridad, volumen, nitidez y estabilidad, como en cuanto a lo interesante del programa transmitido…».
Margarita Garrido Klinge, de Lima:
«… Los programas aquí en Lima… se escuchan con absoluta nitidez y gran volumen;… por la clase de música escogida de que se componen, resultan doblemente atractivos…».
Luis Naranjo Ortega, de Cali:
«Su música atrae y conmueve a todos los que en nuestras venas llevamos sangre ecuatoriana…».
De Colombia, varias personas:
«… es… la mejor (estación) de las muchas que hemos escuchado;… sus variados y cada vez mejores programas…».
Otras opiniones:
El periodista Luis Alberto Falconí, Lucas Noespinto, dedicó a la radio varias frases en sus Crónicas de “El Comerio” o de “La Razón”:
«Justo es que se subraye a la Radiodifusora El Prado, que verifica intensa propaganda cultural, que va conformando un importante centro de arte y que no ha puesto mira en el costo, con tal de que la instalación responda al prestigio de la ciudad de Riobamba, al anhelo de su propietario el señor Carlos Cordovez y a la modernización del servicio de radio, que constituye uno de los mejores medios de acercamiento cultural entre los pueblos progresistas». (Enero 1 de 1936).
En entrevista del mismo Falconí a Don Luis Cordovez, con relación a la radio, se dice:
«- ¿Y la banda de músicos?
– La ha transformado mi hermano Carlos en orquestas, para nuestra radiodifusora, que es la suprema ilusión para él.
– ¿Más que la caza?
– Indudablemente. Y tiene razón. Hoy Riobamba es mayormente conocida en el exterior que todas las demás ciudades de la república. La noche del jueves la esperan los radioescuchas con placer. En el vapor en que venía yo de Europa, se embarcó un sobrino de los Miró Quesada de Lima (Sí los ha de conocer Ud. moralmente, son los propietarios de «El Comercio» de aquella ciudad). Me lo presentaron.- Cordovez – ¿es Ud. de «El Prado» de Riobamba? Entonces, no hay necesidad de presentación; les escucho todos los jueves…». (1937-7-27).
El mismo Luis A. Falconí, en un comentario sobre Luis Cordovez (12 de mayo de 1939), dice que su hermano Carlos fue el que desmanteló la Banda de músicos que tenía la Fábrica, y la vendió al gobierno para uno de los cuerpos militares. Y que lo mismo hizo con los deportistas trabajadores; porque a él solo le interesaba el radiodifundismo, «por supuesto con el sello del yo y nada más que yo, en todas las manifestaciones».
Gabriel García Márquez, en su libro «El amor en tiempos del cólera», p. 433, hace mención de la Radio «El Prado», cuando uno de sus personajes «… hizo llevar la radiola, no para disfrutar de las canciones sentimentales de la emisora de Riobamba, como antes… «.
6.- A MANERA DE CONCLUSIÓN: ALGUNOS CABOS SUELTOS.
1.- La Radio “El Prado”, que perteneció al señor Marcelo Vizcaíno Moscoso, aparte del nombre, no tuvo nada que ver con la historia contada en el presente estudio.
2.- La casa antigua que subsiste en lo que es hoy la escuela “5 de Junio” tampoco tiene nada que ver con esta historia ni con sus protagonistas, como se ha dicho últimamente. Era parte de una quinta llamada también “El Prado”, de propiedad del señor Isidoro Cordovez. Allí funcionó hacia 1920 la sede de la Empresa del Hipódromo “El Prado”, y más tarde, el Casino de Oficiales del Batallón “Carchi”. En 1936 fue adquirida por el Gobierno para la escuela “5 de Junio”, que funcionó en la planta alta, mientras la baja fue ocupada por la Escuela Industrial “Carlos Cisneros”.
3.- Como nos ha dicho en su testimonio la señora Maruja Navarrete, las instalaciones de la radio estuvieron en los edificios de la fábrica y no en otro sitio de la ciudad.
4.- El 6 de abril de 1975, AER de Chimborazo colocó una placa en la puerta de entrada de la fábrica «El Prado», en homenaje al Ing. Carlos Cordovez, «pionero de la radiodifusión en el Ecuador». La placa fue retirada posteriormente cuando en los predios que fueron de la Fábrica se hizo una urbanización. No sabemos en dónde fue a parar este que ha sido (salvo error) el único homenaje que se le había rendido a Carlos Cordovez en su ciudad natal.
5.- Tenemos la información de que los equipos de la Estación “El Prado” existen todavía y se encuentran en el Colegio San Felipe. Se exhibieron alguna vez, como pieza de museo, en una exposición organizada por el CIESPAL, en la ciudad de Quito.
6.- No incluimos en este estudio, por no alargarlo más, varios datos sobre temas en relación con la historia de la radio, ni las listas y cuadros sobre las personas que enviaron reportes en el período señalado de 1934, o sobre títulos y géneros de composiciones de la misma época. Si alguna persona estuviera interesado en esta información, podría conectarse con el autor.
7.- Habrá muchos vacíos en el presente estudio, y esperamos que sean llenados con el aporte de otros investigadores. Nos complace constatar, luego de este esfuerzo de búsqueda, que Radio “El Prado” no fue solamente un “hobby” de Carlos Cordovez.
Fuentes de consulta
- Diario “La Razón”
- Diario “El Comercio”.
- Godoy Aguirre, Mario.- Varios artículos sobre Radio “El Prado”, en especial el publicado en la revista “Chimborazo, provincia musical”, No. 3, febrero 1978.
- Ortiz Arellano, Carlos.- “Riobamba en la primera mitad del siglo XX”.- “Riobamba en el siglo XX”. “Personajes de Riobamba y Chimborazo”, obra inédita.
- Varios.- “Enciclopedia de la Música”.- 2 volúmenes.
- Varios.- “Álbum” de reportes de sintonía de la Estación El PRADO, del año 1934. Lo encontró casualmente el estudiante Juan Carlos Herrera Ortiz, en abril de 1998. Lo habían botado como cosa vieja, en uno de los patios del colegio “San Felipe”.
- Entrevista a la señora Maruja Navarrete Rosas, viuda de Proaño, pianista de Radio “El Prado” entre 1932-1934. La entrevista nos fue concedida en el año 1999.
[1] Miembro de la Academia Nacional de Historia.
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