La noche de por si es una maldición, un espacio oscuro del tiempo donde los demonios más inimaginables tocan el espejo y escapan amorfos sin rencores ni tapujos a repintar las cosas con el pecado lujurioso de su nombre, con la anarquía diabólica de sus rictus Estos son los hijos nocturnos de Rubén Molina, hechos piel en la palabra, teñiendo la vida de metáforas. Si no escapas y te refugias de estos versos y cuentos puedes caer en el abismo de pensar diferente y ser verdaderamente libre.
Se murió la Jacinta!!
Su vida se largó por el fregadero
No hay caja tan ancha
Para alma tan limpia
Ni tierra tan pura
Para flor tan perfecta

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